Toda vida es sagrada

Toda vida es sagrada. Constituye un desafío para nuestras sociedades occidentales permitir a cada ser humano, a cualquier edad, grado de dependencia o estado psicológico, vivir su vida hasta el final, apoyado dignamente por la solidaridad, la generosidad, el amor de otros seres humanos... No me gustaría que en mi vejez me negasen el derecho a la vida con el pretexto de que ya no sirvo para nada, de que cuesto dinero a la sociedad.

Es necesario permitir a cada persona existir socialmente, afectivamente, comunicarse… La persona mayor no está al final de su vida. Aunque no le queden más de 24 horas de vida, que ellas sean ricas de intercambios, de descubrimientos, de regalos, para que se cumpla totalmente la realización personal a la que aspira cada ser humano.

Como el niño, como el adulto, la persona mayor que no se siente amada, deseada, escuchada… se repliega sobre sí misma, pierde su sentimiento de identidad, se aísla del mundo, se desadapta socialmente. Disminuye su capacidad para resituarse en el espacio y en el tiempo, se embotan sus facultades de atención, de concentración, de rapidez mental, se reduce su stock de palabras, su fluidez verbal, por falta de diálogo y por la pobreza de vocabulario usado en el curso de intercambios con sus cuidadores… De modo que poco a poco, pero a veces muy rápidamente, se instala en la angustia y sobreviene una depresión que le arrastra a la cama o la locura.

Qué es la Llave de los Sentidos

La Llave de los Sentidos es un método de movilización psíquica que estimula el potencial sensorial de las personas mayores, para que puedan reactivar por ellas mismas su memoria antigua, tirar de los ficheros donde están registrados conocimientos, emociones, instantes vividos…

 

 
 

 

Que cada uno de nosotros reflexione sobre su propia vejez. ¿Dónde viviremos? ¿En casa de nuestros hijos? Es poco probable. Terminaremos nuestros días, casi seguro, en una colectividad. Cuanto más envejezcamos, mas necesidad tendremos de cuidados, de asistencia, de comprensión, de afecto, de ternura…, en una palabra: de Amor…

Ejemplos prácticos

Juan

Juan ha sido pescador. Le visita una cuidadora con un pez muy fresco envuelto en papel de periódico. Juan se queda inmóvil, con la boca abierta, al ver el pescado. “Una buena merluza…” “¿Entendéis de pescado? ¿Sabéis pescar? ¿Por qué no me lo contáis…?”

Isabel

Para Isabel, hemipléjica que puede hacerse entender cuando quiere decir algo, le regalan una jardinera con flores de primavera. Después de haber llorado mucho por lo inesperado del regalo, hablará de su soledad, de su desesperación, del jardín de sus padres en el que ella se refugiaba de pequeña…

Frida

Nadie sabe nada de ella en la residencia, porque es muy callada, aunque ríe a carcajadas. Se sabe que nació en Holanda. Una cuidadora encuentra en la biblioteca un libro sobre Holanda que deposita en las manos de Frida. Se inmovilizan sus manos y su rostro ante la fotografía de un molino. Acaricia el canto del libro y dice unas palabras en otra lengua…



Ana

Lo primero que pensé fue llevarle fotografías… Mi hija la acercó un tintero de otro tiempo con un portaplumas y ella nos habló del colegio… Cada vez que nos vemos me pregunta qué llevaremos la próxima vez… Yo investigo en mi casa, en la suya, en el caserón del pueblo… Además, puede servir para otras personas mayores… Un día la llevé un viejo molinillo de café; me lo pidieron para otros ancianos…
                                           


Hace días cayó en mis manos la referencia del libro de Martine Perron Communiquer avec des personnes agées. La « clé des Sens », editado en el 2000 en Francia (Chronique Sociale- 7, rue du Plat -69002, Lyon). Quise adquirirlo en castellano, pero me dijeron que todavía no había sido editado en nuestra lengua. Como está resultando muy útil para terapias con ancianos muy mayores y sus cuidadores (en casa o en residencias), me han animado a hacer un resumen que sintetice en pocas páginas web las 157 del libro. Allá vamos...

 

 



¿Qué podría decirse que siente un individuo en una de esas situaciones en las que se le acaricia, se le acerca al olfato esencia de jazmín, de vainilla o de café, se le facilita el tacto de una concha de mar o un balón? ¿Y si esta persona, a pesar de su escasa apariencia humana, realmente experimenta sensaciones y emociones?

Utilizar la Llave de los Sentidos es aceptar la creencia de que, aún en las mentes más perdidas, se forman imágenes, se acercan recuerdos cuando se les solicita, afloran emociones bajo los párpados cerrados hasta que, tantas veces, una pequeña lágrima-testigo resbala por la mejilla...

Los recursos
del adulto mayor

En nuestras familias deberíamos dejar un poco de sitio para nuestros padres, con los que estamos ligados por la sangre y por los hilos de nuestra historia familiar: ¡tienen aún tanto que dar y recibir…! Los mayores poseen saberes, habilidades desarrolladas a lo largo de su larga vida y que son a veces únicas en cocina, música, jardinería, como coleccionistas, pescadores…

 

 
   
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