¿Cómo podré llamar
azar a quien condujo
mis pasos hasta esta
plenitud?
Cuando miro
atrás y reconozco
todos los desamores
que a este amor me trajeron;
cuando le sigo el rastro
a mi vida y descubro
que desde siempre estaba
el
Universo entero
confabulado para
llevarme a la alegría,
no me atrevo llamar
azar a
Quien condujo
mis pasos: hasta esta
plenitud he llegado
únicamente porque
un designio de amor
gobernaba mi vida,
porque me encaminaba
a través de las horas
una mano tan fuerte
que tengo que adorarla.

Miguel d'Ors

 
 
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