Puesto que Dios está aquí
y puesto que Él te trae de la mano,
hagamos una fiesta.
                                     Ea, esta es la casa
en la que tú reías con las bromas
cuando yo disfrazaba mi cariño
con alegres ropajes que el humor me                                                   prestaba.
No sé si nunca pronuncié un "te quiero",
pero ahora que te has ido
la verdad de tu muerte me revela
lo mucho que te amaba.

Pero no nos perdamos en palabras.
Con Dios, Amor y Humor, con Dios Vida
                                                      y contigo
hagamos esa fiesta donde muera
mi soledad al fin, y nuestra casa
sea una casa viva.

    Jesús Mauleón

   Este debido llanto | Siguiente