A
lo largo de varios años he ido antologizando versos sencillos y tiernos
que, revestidos de luz, calor, sonido, convierten nuestro ordenador en vidriera
de catedral, devocional estampa, mensaje de ángeles y, más allá
del rayo y la tormenta, revelación de Dios en brisa de bits que acarician
los ojos, los oídos, las entrañas del buscador.
La
imagen de la muchacha abierta al misterio de la noche corresponde a la página
índice de "Reír, Pensar, Rezar, Bailar la Navidad". Las
alegres ramas de "Nido de Poesía" reservadas para versos de Navidad
contienen ya, diríamos, 40 poemas, 40 avecicas batiendo alas para volar
al hombro de hermanos y hermanas que siguen la estrella.
Para
llegar al bosque hay que atravesar, como Alicia, la puerta del misterio,
pulsando
aquí.