Llevamos
tiene dos asas
nuestro mundo recién hecho,
sencillo porque nos basta
un nido de esparto y sueño.
Llevamos
en el capacho
un poco de pluma y lienzo,
un poco de carne tibia
y corazón repitiendo.
Lo llevamos en los
trenes
que van remachando hierro,
corriendo campo. En las barcas
que buscan playa y sosiego,
mecedoras. O en los aires
donde una cumbre es un viento
que lleva y tiene: una cueva
llena de fragor y tiempo.
Lo
llevamos con nosotros
balanceado y temiendo.
A veces viene cerrado
nuestro mundo sordo, ciego.
A
veces viene sonando
con burbujas, entreabierto.
Todo en un poco de esparto,
un poco de pluma y lienzo;
un poco de sal y agua;
todo el amor, todo entero.
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