Son penumbras de alcobas provinciales,
con un lecho de antiguas desposadas,
que tiene siempre colchas muy bordadas
y sábanas de grandes iniciales.

Columnas salomónicas pesadas
y unas cortinas leves y pomposas,
que han cernido nupciales madrugadas
sobre sueños de jóvenes esposas.

Columnas que otro tiempo retoñaban,
como en flores de infancia florecidos,
sus troncos seculares y castaños;

columnas familiares que guardaban
unas cabezas de recién nacidos
junto a unas madres de dieciocho años.

                     

 
   
  
  
          

 

 
                                                              Poesía de Trascendencia | Rafael Sánchez Mazas | Siguiente