¿Quién
salvará este chiquillo? |
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La
segunda parte de El niño yuntero expresa una actitud de compasión
tierna y revolucionaria. Se habla de sentimientos (me duele, sufro), de
nudo en la garganta (su vida en la garganta), de compromiso ético.
Y declara con los ojos / que por qué es carne de yugo: hablan los
ojos, las manos, las cejas..., densidad humana, autenticidad... |
M
e duele este niño hambriento como una grandiosa espina, y su vivir
ceniciento revuelve mi alma de encina. L
o veo arar los rastrojos, y devorar un mendrugo, y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo. M
e da su arado en el pecho, y su vida en la garganta, y sufro viendo el
barbecho tan grande bajo su planta. |
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¿Quién
salvará este chiquillo...? Preguntas para la reflexión, para
la respuesta a coro de los camaradas combatientes. Que salga del corazón...:
se evoca la propia experiencia, los propios sentimientos. No es un discurso
de oficio, cerebral, light. Tal aprendizaje ha de resultar significativo, ha de
crear nuevas actitudes: |
¿Q
uién salvará este chiquillo menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena? Q
ue salga del corazón de los hombres jornaleros, que antes de ser
hombres son y han sido niños yunteros. |
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