¿Quién salvará este chiquillo?
 

 


La segunda parte de El niño yuntero expresa una actitud de compasión tierna y revolucionaria. Se habla de sentimientos (me duele, sufro), de nudo en la garganta (su vida en la garganta), de compromiso ético. Y declara con los ojos / que por qué es carne de yugo: hablan los ojos, las manos, las cejas..., densidad humana, autenticidad...

M e duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.

L o veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

M e da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

 






¿Quién salvará este chiquillo...? Preguntas para la reflexión, para la respuesta a coro de los camaradas combatientes. Que salga del corazón...: se evoca la propia experiencia, los propios sentimientos. No es un discurso de oficio, cerebral, light. Tal aprendizaje ha de resultar significativo, ha de crear nuevas actitudes:

¿Q uién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Q ue salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

 


.

 Miguel Hernández | Niño yuntero 1 | 2 | 3 | Siguiente