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Hace
mucho frío aquí en la tierra. Estaba durmiendo bajo un puente.
Es invierno. Un invierno muy duro
Entonces
fue cuando me dije: ¿por qué no te vas al cielo, a hablar
con tus amigos los ángeles? Y me metí por la gatera que conocéis
de la puerta trasera del cielo. Vino un ángel a ayudarme a entrar
¡Y entré! (claro que de mosca como siempre) Y me dijo el ángel
cariñoso:
-Pero León Felipe, ¿cómo te
atreves con esta noche? -Vine a confortarme. Ahí
abajo hace mucho frío. -Pero aquí no tenemos estufa
y el sol no sale hasta mañana. Nosotros somos invulnerables al frío
y al calor
Pero tú
¡Y con esos harapos! No
sé cómo puedes tocar el violín. -Pues
mira, ahora lo toco mejor que nunca. Me voy a morir dentro de unos días
,
y un poeta moribundo es cuando toca mejor el violín. Me voy a morir
y tengo mucha prisa. Tengo
mucha prisa y quiero tocar algo nuevo antes de marcharme definitivamente
de la tierra. | |
-¿Nuevo?...
¡mira que eso es muy difícil! -Sí, nuevo;
es un truco de circo que se me ha ocurrido anoche: Voy
a tocar mi última canción
, y la voy a tocar caminando
no por la cuerda floja como hacen algunos payasos y poetas
, la voy a
tocar caminando por el círculo fino de un aro de madera.
-¿De
un aro como esos de los niños? -Un poco más grande:
es un gran cero. Dentro del cero está la Nada, fuera estáis
vosotros los ángeles. Voy a tocar y a tocar dando vueltas y vueltas
hasta que se me vayan acabando las fuerzas. Se me verá tocando tocando
ya como un sonámbulo
Como un moribundo expirando, casi
expirando
expirando
hasta caer. ¡Ya! ¿Y
hacia dónde caeré? ¿Hacia dentro, en el cero
dentro de la Nada? ¿O hacia fuera
, donde estáis vosotros
para recogerme?
-Estás
delirando, León Felipe. Pero
¿por qué lloras? León
Felipe | |