La rebanada
de risa dame, niña, de tu pan de inocencia. Me muero de hambre
de ciencia tuya, pequeña: de saber a cualquier cosa darle sabor
de alto sueño, de saber hablar en rosa.
Ramón de Garciasol
No
te pares; coge la rosa, y a la mendiga del camino dale la bolsa; porque,
amigo, tenemos más; tenemos de sobra.